[…] la piel de gallina y veis a James cubierto de sangre y se desploma. ¡El dragón se ha internado en la oscuridad y le ha alcanzado por detrás con sus garras! Os acercáis a él pero es demasiado tarde. Ha muerto. Le miráis la espalda y la tiene completamente destrozada. Escucháis algo. Miráis en todas direcciones. No veis nada, la oscuridad lo cubre todo. Volvéis la mirada hacia donde está el cuerpo de James y ¡ha desaparecido! De pronto otro gritos. Giras y contemplas el horror de ver el cuerpo de Ben completamente aplastado borboteando sangre.
-¡No! -grita Hank al ver el cadáver de su padre. Se arrodilla a su lado y rompe en sollozos.
Desde unos metros de distancia ves claramente como de un certero golpe una garra le corta la cabeza que sale rodando hasta pararse cerca de donde te encuentras. Sales corriendo pero, no avanzas, caes. No puedes levantarte. Otra vez te duele el tobillo. Sientes la presencia del dragón que se mueve silenciosamente en la oscuridad y arrastrándote como puedes llegas a un hueco en la pared de la cueva en el que te crees seguro. Allí te quedas durante horas, largas horas. Un vacío en tu estómago te obliga a buscar en tu mochila y comer un poco, lo […]
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